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pesar de lo macabro de la situación; y con las piernitas literalmente petrificadas para la posteridad, se supone que en la posición como pataleaban mientras se la enterraba viva.



¡Para no creerlo!

║ También, una variedad de tejidos y artículos hechos de tejidos, algunos lisos, otros con dibujos; y algunos de éstos, según nos hizo notar nuestro entusiasta guía, reminiscentes de decoraciones tiahuanaquenses "por donde se mire".

¡Bien sorprendente, este museo!



Y sorprendente también, este taller allí ... ¡muy futurista!

Mañana, seguiremos viaje hacia el pueblo de San Pedro de Atacama, hacia el salar de Atacama, y hacia el paso de Huaitiquina, a ver si es transitable o no, por las nieves, hacia la Argentina. Si no es transitable, habrá que retroceder y dar toda la vuelta grande por Antofagasta y Santiago.  Veremos.

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Bueno.  Hoy, no viajamos.

Hoy fue otro de aquellos días cuando se le ocurre a uno hacer esta pequeña cosita antes de salir, y luego esa otra, y luego aquella otra; y antes de que uno se dé cuenta, uno está envuelto en todo un día de trabajos ininterrumpidos.

Como era necesario agregar un poco de aceite al motor, pensamos que, después de las tremendas polvaredas que fueron nuestro mundo y el mundo del motor en el viaje de Bolivia a Chile, sería más sensato cambiar el aceite por completo. Y cambiar el filtro. Pero nos llevó media hora nada más que para convencernos de que, en Calama, no se puede conseguir el tipo de filtro que necesitamos. Pues, a cambiar el aceite sin cambiar el filtro. Mejor que nada. Y también a verificar los aceites en los diferenciales, la caja de cambio y la caja de transmisión.

Ah, pero el tapón del diferencial de atrás no se podía soltar por vencido. A un taller mecánico para sacarlo a golpes y poner uno nuevo. Otra horita perdida.

Y, de paso, nos enteramos de que uno de los dos amortiguadores delanteros que habíamos puesto nuevos en Lima ya está roto; también, con los caminos que recorrimos, no es para sorprenderse demasiado. De todos modos, sale caro viajar por semejantes purgatorios. Y con eso ¿qué? ¿Cambiarlos aquí o en la Argentina? De todos modos, a esa hora ya era demasiado tarde para hacer cualquier cosa, así que tenemos la noche hasta mañana para decidir.

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