español english français česky

como en amplitud moduladas. Todas las muchas estaciones daban música folklórica únicamente - incidentalmente, como si música folklórica fuera la sola expresión de una entidad nacional - y todas daban las mismitas piezas al mismito tiempo, en conmovedora sincronización patriótica. Ah, pero, revelemos el vergonzoso secreto: porque todas, toditas, estaban, literalmente, encadenadas al ministerio de comunicaciones del gobierno, en una red única nacional; y en el preciso segundo cuando el ministerio de comunicaciones les devolvió su libertad, saltaron cada cual a su dieta favorita, o sea, ocho de cada diez, a una vaciedad sonora vespucciana en el más puro inglés.

La música folklórica chilena, especialmente después de aquella que disfrutamos en los Andes y ya también en la Argentina, es, en casos, muy pobre, y, en otros casos, incaracterística. Una que otra vez, detectamos algo del sentimentalismo popular alemán, y una vez, tuvimos un embriónico yodl.

Al respecto, se detecta fisionomías alemanas entre la gente, por lo menos en el barrio distinguido donde anclamos.



Lo que nunca falta es la tremenda contaminación ambiental

El 21 de septiembre fue el Día de la Primavera, y también fue el día del silencio radial por la misma causa que hubo un día de silencio radial en Bolivia, el Día del Trabajador Radial; pero no tan completo: en Chile, hay un sistema de guardia radial desempeñada cada año por otras emisoras.

En Bolivia, la situación fue tremenda. Después de las elecciones, hubo una huelga general e indefinida, al más puro estilo boliviano, que terminó sólo después de treinta largos días. Nos imaginamos si nos hubiese tocado a nosotros, y eso que, con las atenciones de la familia de Epizana, no nos podemos quejar; al contrario, tenemos un muy grato recuerdo.

En otro lugar donde ya pasamos - Honduras y Nicaragua - están siendo empujados hacia una guerra por, y para, intereses foráneos, como peones de la mayor confrontación habida hasta ahora en este planeta, y probablemente la mayor que jamás podrá existir.

Mientras tanto, sigue la inflación también en Chile. Ahora, el cambio oficial del peso chileno está muy por encima del cambio negro cuando estábamos en Iquique.  Ahora, estamos recibiendo 208 por lo que, entonces, recibíamos 165.

Mientras tanto, seguimos disfrutando de una gran variedad de deliciosos comestibles. Por ejemplo, es curioso poder probar varias variedades, y por lo tanto varios gustos, de almendras.

Interrupción. Ya hubo varias en el curso del día, para vigilar qué hacen con los flejes. Nunca está de más el ojo del amo, y en una oportunidad nos salvamos de que nos rompieran una manguera de goma. Pero éste es el fin del día y el doloroso momento de pagar la cuenta.  Así que, otro día seguiremos.