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influencia, sur y norte, en el Atlántico. Y así se lo dijo el rey portugués en la cara al propio Colón - antes de que éste siquiera hubiese tenido la posibilidad de llegar a España y de ver a sus propios soberanos y auspiciadores, Isabel y Fernando - al mismo tiempo que el rey portugués también ordenaba que se aprestase carabelas para ir a tomar posesión portuguesa del descubrimiento español.

Es fácil imaginarse la ansiedad de Isabel y Fernando, reyes de Castilla-Aragón y de otras partes de España. Con máxima urgencia, acudieron al papa Alejandro VI, indiscutida autoridad supranacional, superior a todos los reyes temporales (y, además, oriundo de Valencia como don Rodrigo Borgia, lo que no perjudicaba, no cierto) para suplicarle se sirva otorgar una bula de protección de los descubrimientos de Colón contra las pretensiones portuguesas.  El papa complació.

Así nació la bula Inter caetera, dando en esencia, "todo a los Españoles".

Naturalmente, nada le gustó a Juan II de Portugal. Además, con su esencia de "todo a los Españoles", esta bula no sólo significaba que los nuevos descubrimientos se le escapaban a Portugal, sino también podía significar que todo el equilibrio jurídico anterior entre Portugal y Castilla-Aragón en la mar océana podría considerarse modificado a favor de los Españoles. Con máxima urgencia, al papa esta vez acudió Juan II, suplicándole se sirva trazar una línea demarcatoria dándoles a los Portugueses su propia zona donde pudieran intentar sus propios descubrimientos.

Así nació la bula Inter caetera II, especificando, como línea demarcatoria, el meridiano a 100 leguas al poniente de la más occidental de las islas de Cabo Verde, de polo a polo, con la zona de los Portugueses, al este, y la zona de los Castellanos, al oeste, del meridiano; preservando pues, en la práctica - como por casualidad, pero tal vez por astucia y acertada especulación por parte de los Españoles - toda la América por descubrir, incluyendo todo el futuro Brasil, a los Españoles, y dando nada a los Portugueses.

Lo curioso de esta parte del drama es que no hay acuerdo en cómo estas dos bulas se relacionan. Una versión es que la Inter caetera I fue redactada el 3 de mayo de 1493 y que la Inter caetera II fue redactada en junio de 1493 pero antefechada al 4 de mayo para aminorar a lo máximo el efecto de la bula I. Otra versión es que la Inter caetera I fue redactada el 3 de mayo, que fue modificada durante la noche con la clausula de demarcación, y que fue publicada el 4 de mayo de 1493.

Sea como fuere esta intriga calendaria, los Portugueses, no satisfechos con tan mísera indulgencia - ya sea, acaso, porque no tuvieron, en ese momento, escrúpulos en lanzarse, en secreto, hasta febrilmente, a diestra y siniestra o sea incluyendo el lado que les era vedado, de la línea demarcatoria, dentro de su área preferida, el Atlántico sur, a ver qué podría haber dónde, ya sea, >>>>>>>>