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Estamos a muy corta distancia ya de Inuvik.  La primera impresión es una plétora de antenas de comunicaciones radiales.

Fort McPherson se encuentra a 67º27' de latitud. Aquí, en Inuvik, llegamos a la latitud de 68º21'.

Ya por el primer vistazo, es obvio que alguien va a tener que explicarnos lo que vemos, que ni en Chisasibi vimos. Pero la tarde ya es más bien tardecita. Más cuerdo, pensar en la noche. Nuestro sexto sentido, que, en Chisasibi, no tuvo inconveniente en dejarnos pernoctar en pleno poblado, aquí, nos aconseja: "No os conviene pernoctar en lugar público, ni en la calle, por el desorden de la nieve; ni en las afueras, por quién sabe; hay un hotel, id al hotel".

Alojados en el hotel.  Mañana, veremos.

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Tres días en Inuvik.

Inuvik es una artificialidad de tecnología moderna, creada como pieza de museo, entre los años 1955 y 1961, implantada en el Artico, en reemplazo, se pregonaba, de un pueblo crecido de las habituales raíces naturales del Artico, del otro lado del delta del Mackenzie. El otro poblado, Aklavik, todavía existe.

Inuvik es poco más que una calle principal. Sin embargo, en su pequeñez, tiene la habilidad de captar la atención, de una sorprendente cantidad de maneras que no son comunes en otras partes.


 
                                    La calle principal                                                                ¡Qué gloria para los chicos!

Muchos edificios están sobre pilotes. ¿Por qué exponer los edificios a más aire frígido aun por debajo? Porque edificios obedientemente modernos no pueden tener menos calefacción que en abundancia, para no decir exceso. Y resultaría que, por este calor, el suelo - que es, y tiene que quedar, permanentemente congelado, el permafrost - se derretiría debajo de los edificios y se los tragaría; y se dice que el permafrost debajo de Inuvik tiene una profundidad de 300 metros. Por ello, los pilotes y el aire frígido por debajo; para proteger el permafrost contra el calor.

Otro requerimiento de edificios modernos es que la calefacción sea central, y en normas supermodernas, que sea central no de cada edificio sino de cada grupo de edificios, o sea que la calefacción sea traída por cañería desde afuera de los edificios. Lo que, naturalmente, presenta el problema de que la tubería de televapor o teleagua-caliente tendida dentro del permafrost lo derrite.

Y otro requerimiento de edificios modernos es la provisión de agua limpia y la >>>>>>>> >>>>>>>>