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Despertamos, esta mañana, con una friotura de -13 grados centígrados en el vehículo, y -25, afuera.

Vamos a ver si conseguimos un pedazo de carne de oso; y si tomamos una fotografía ceremonial con las banderas de todos los países de América y de esta Expedición, en este punto el más septentrional que alcanzaremos con nuestro vehículo.

¿Todavía más al norte?   Ya veremos.

Sí, conseguimos carne de oso, de oso polar, naturalmente - ¿qué otra cosa, por aquí? Toda una pierna, a cambio de galletitas, de las que recibimos en Portland, y de una lata de bombones, de los que recibimos en Bloomington. Ahora, vamos a ver qué hacemos con tanta carne.

Hicimos el canje a la sombra de unas pieles de osos polares colgando para secar. ¿De dónde sacó el Inuita el pedazo de oso? Con tres o cuatro patadas, de debajo de un montículo de nieve. ¡Qué gente más atrasada! Alguien realmente moderno tendría la carne guardada en una heladera en una cocina sobrecalentada, e ignoraría la nieve y el frío de afuera. Pero por lo menos para este Inuita sigue habitual la costumbre de sus antepasados de almacenar carne en cámaras cavadas en el hielo, a veces, todo un corredor intraglacial.



             Karel cerca de la "heladera"



 

 

 

 

 

 

 

                                                                       
                                                
                                                                                                                                                                                               

                                                                                                                                                Božka con la "vendedora"

Aun con todo petrificado de frío, parece que el clima es más benigno que más al este, dentro del paso Norte; parece que, en julio, hay dos tipos de bayas y varios tipos de hongos, todos, edibles; también flores.

Por añadidura, tratamos de conseguir carne de foca, pero ésta no es la época.

Ya tenemos la fotografía ceremonial sacada. Pero decidimos que sacaremos otra, mar afuera, que es más al norte, fuera del continente, a nuestro regreso por el océano.


Aquí está

Todos los carteles aquí están escritos en inglés e inuita; y algunos, también en francés. Alguna gente todavía habla solamente inuita.

En teoría, este hielo que estamos escudriñando desde la costa y que tendremos que cruzar nuevamente se extiende hasta las otras islas del archipiélago canadiense; en teoría, se podría hacer la travesía de isla en isla por su superficie, pero no somos especialistas polares.

Hablando de islas, con tantas islas en el archipiélago, parecería que más no hace falta. Sin embargo, más hace falta. Islas artificiales construidas para poder explotar yacimientos petrolíferos submarinos. Una tal isla apareció justamente al norte de Tuktoyaktuk.