Este último transmisor es un gigante ultramoderno, con fibras de transmisión ópticas y con sintonización por microprocesadora; el operario solamente indica la nueva frecuencia deseada, y la microprocesadora disminuye la potencia, cambia a la nueva frecuencia, reanuda la plena potencia y la adapta a la antena, todo en 30 segundos.

/Z/ En cuanto a antenas.

   Veintiocho son las antenas de ondas cortas en Pifo; desde simples omnidireccionales hasta una gigante en tamaño y en tecnología, la primera antena parabólica orientable multibandas de la Tierra - concebida y construida por los propios ingenieros de la emisora.

   Esta gigante se mueve sobre un riel en semi-círculo. A pesar de su descripción técnica de "parabólica", a un ojo inocente se presenta muy simple- y prosaicamente como dos gigantescos batidores de huevos en posición horizontal.

¡Qué antenas!

    Cuando está conectada con el transmisor de 500 kilovatios, proyecta una energía radial concentrada de unos increíbles 100.000.000 de vatios, 100.000 kilovatios.
  
    Y no es ello la única hazaña de esta antena parabólica o batidora de huevos orientable. Puede propalar simultáneamente cinco programas mandados por cinco transmisores, hacia cinco puntos de recepción del globo terráqueo.

    Otra antena que se merece mención es una bi-direccional, con capacidad de emitir hacia Europa y hacia el Pacífico, ya sea separada- o simultáneamente, desde sus cuatro torres de 110 metros de altura.

/Z/ En cuanto a conexión entre transmisores y antenas.

    Transmisores y antenas no están conectados en un sistema fijo de uno a uno sino por una flexible red de conmutación para poder dirigir a elección un cierto transmisor a una determinada antena.

/Z/ Las torres.

    Más de 50 torres, de alturas desde 9 metros hasta 125 metros.

/Z/ ¿Y la energía eléctrica para semejante imperio electromagnético?

    Una planta hidroelectrógena propia, a 32 kilómetros de Pifo, con capacidad de 6.000 kilovatios y con telemandos procesadorizados. Además, un generador diésel de emergencia.

Preguntamos el porqué de semejante complejidad y grandiosidad, y escuchamos lo siguiente.